El dinero ilícito no trae riqueza; al contrario, produce violencia, corrupción, desempleo, muerte, inflación, competencia desleal, desplazamiento y miseria.

El verdadero éxito en esta lucha no es contra el delito sino contra la "riqueza" ilegal que produce.

martes, 26 de abril de 2011

México: aumentan “narcomenores” y menores delincuentes


En 2007 el Ministerio Público Federal reportó apenas 8 casos de menores acusados de vínculos con la delincuencia organizada, mientras que en 2010 esa cifra pasó a 214, según cifras solicitadas vía Transparencia a la PGR.

El número de menores acusados de delitos, entre ellos delincuencia organizada, se ha disparado. En lo que va corrido del sexenio, 1.107 adolescentes han sido detenidos. De ellos, 339 fueron formalmente acusados de vínculos con grupos delictivos.

Sin embargo, los números del Ejército son más dramáticos: En 2007 se registraron 71 detenidos, pero en 2010 la cifra se disparó a 402, en su mayoría por posesión de armas de fuego y/o droga, servir al crimen como "halcones" (quienes informan a los grupos delictivos sobre los movimientos de policías y militares), y participar en homicidios y secuestros. No todos llegan a ser acusados de crimen organizado.

Algunos de los casos más sonados de menores detenidos ocurrieron en Cuernavaca en enero pasado con la detención de Erik, "El Damage", de 15 años, presunto "halcón", y Édgar, "El Ponchis", de 14 años, supuesto sicario. Ambos trabajaban para el Cártel del Pacífico Sur (CPS) en Morelos.

Pese a que el Ministerio Público de Morelos acusó a "El Ponchis" de homicidio doloso, violación a la Ley Federal de Delincuencia Organizada, posesión de arma de uso exclusivo del Ejército y posesión de narcóticos con fines de transportación, enfrentaría una pena máxima de tres años de cárcel.

El juez del Tribunal de Justicia para Adolescentes de Morelos señaló que  "Atendiendo a la edad de esta persona, la sanción máxima que pudiera imponérsele sería de tres años en un Centro de Ejecución de Medidas Privativas de la Libertad para Menores".

Los menores infractores vuelven con relativa facilidad a la calle, incluso cuando la detención es por delitos graves como narcotráfico.

Según las leyes vigentes, en el Distrito Federal, los menores de 14 años no pueden ser detenidos porque no se les considera delincuentes. Si tiene entre 15 y 17 años y es arrestado, se traslada a la Fiscalía Especial para Niños, Niñas y Adolecentes. Aunque se le acuse de homicidio o secuestro, no pasa más de seis años preso.

Según Alberto Capella, activista ciudadano y ex jefe de la Policía de Tijuana, estos niños, que no tuvieron ninguna oportunidad, son parte de una generación que se educó en la calle y ahora es utilizada como carne de cañón. El crimen organizado ha estado controlando todas las actividades ilícitas del norte del país y eso ha permitido el acercamiento de los menores de edad, incluso los han reclutado para convertirlos en sicarios de la noche a la mañana.

La policía federal ha mostrado su preocupación por la adhesión de infantes a las células delincuenciales. "La capacidad financiera del crimen organizado y la dificultad de encontrar un trabajo que sea bien remunerado, ha facilitado el reclutamiento por parte del crimen organizado de personas con el fin de delinquir y, desgraciadamente, quienes se han visto inmersos en este fenómeno social han sido principalmente los jóvenes menores de edad… Al no encontrar una oportunidad honesta para subsanar sus necesidades más básicas son blanco fácil para los delincuentes, quienes aprovechan su edad para enviarlos a cometer delitos que van desde secuestros hasta ejecuciones, considerando que nuestra legislación contempla penas privativas de libertad para los menores de edad que cometen estos delitos, muy relajadas".

Nashieli Ramírez, activista por los derechos de infantes, enfatizó que los menores infractores son víctimas de un sistema que no les ofrece oportunidades. “Empiezan por cosas muy sencillas, luego los ponen a trabajar sobre narcomenudeo, avanzan en la escala y les dan armas... son ocupados de carne de cañón, tienen que atacar a grupos rivales a temprana edad, menos de un año”.

“Fortalecer los valores familiares, el cambio está primero en uno y luego en la familia, en la colonia, en el Estado y luego en el País, no queremos violencia, pero seguimos comprando piratería, dándole mordida al policía, queremos que cambien las cosas y no ponemos nuestro granito de arena”, mencionó Ramírez.

En diciembre de 2010, el Senado de la República aprobó por unanimidad una reforma que daría lugar al establecimiento del Sistema Federal de Justicia para Adolescentes. Se contempla penas de internamiento en centros federales, como última alternativa para sancionar a quienes tengan entre 14 y 18 años al momento de cometer algún delito tipificado en el Código Penal Federal.

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