El
vishing es un delito informático que
se deriva del phising, pero a
diferencia de éste, no ofrece un vínculo (link)
para que la víctima se dirija a él, sino que le ofrece un número de teléfono al
cual comunicarse. Su nombre proviene de la unión de dos palabras en inglés: voice (voz) y phising.
Para
llevar a cabo el vishing, los
delincuentes hacen uso de una Voz IP o voz automatizada, muy similar a las
utilizadas por los bancos. Tras llamar aleatoriamente a algunos números, a la
persona que contesta se le informa que su tarjeta de crédito o cuenta bancaria está
siendo utilizada fraudulentamente por lo cual debe comunicarse con un número
específico de su entidad bancaria; o, simplemente se le solicita verificar algunos datos
personales llamando a un número telefónico específico. Es muy común que las personas
accedan y decidan llamar al número de teléfono dado; más aún cuando a la
mayoría le es más fácil recordar el sitio web de su banco, y no su número
telefónico.
Cuando
la víctima llama al número solicitado, le contesta una grabación pidiéndole la
verificación de algunos datos personales o financieros, como los números de la
cuenta bancaria o tarjeta de crédito, fecha de expiración de las tarjetas,
nombre de usuario, claves, dirección de residencia, entre otros. Con esta información el delincuente puede llevar a
cabo compras y operaciones fraudulentas por vía telefónica o internet.
Así
como otros delitos informáticos, la mejor forma de prevenir el vishing es por medio del sentido común y
el cuidado de nuestra información personal. Por lo tanto, al recibir correos o
llamadas de su entidad bancaria, cerciórese de la legitimidad de la misma antes
de suministrar información personal. Y cuando quiera comunicarse con su entidad
financiera, hágalo directamente a los números oficiales ofrecidos por ellos, y
no a otros que alguien le diga o que le indiquen a través de mensajes de texto.
El
phising es una técnica de engaño
utilizada para obtener información confidencial de un usuario y se trata de
duplicar algo haciéndolo creer que está usando algo original[1]. Es un
delito cibernético con el que por medio del envío de correos se engaña a las
personas invitándolas a que visiten páginas web falsas de entidades bancarias o
comerciales. Allí se solicita que verifique o actualice sus datos con el fin de
robarle sus nombres de usuarios, claves personales y demás información
confidencial.
Fuente:
www.enticconfio.gov.co
[1]
PALOMÁ, Luis Orlando. DELITOS INFORMÁTICOS EN EL CIBERESPACIO. Ediciones
Jurídicas Andrés Morales. 2012.
No hay comentarios:
Publicar un comentario